Movimiento y aprendizaje en un ambiente Montessori

LA VERDADERA RAZÓN POR LA QUE LOS ESTUDIANTES NO DEBERÍAN ESTAR SENTADOS DURANTE LA CLASE
Laura Flores Shaw

Un artículo reciente en el New York Times debatió por qué los niños deberían tener oportunidades de movimiento durante la clase. Estoy totalmente de acuerdo con esta proposición, pero no por las razones expuestas.

El movimiento es mucho más importante que un medio para permitir que los niños permanezcan atentos atención durante largos períodos de tiempo.

Los educadores (y los padres) deben entender que la necesidad de movimiento va más allá del valor del ejercicio aeróbico ya que el desarrollo cognitivo y motor se entrelazan. Los niños con discapacidades de aprendizaje a menudo tienen habilidades motoras gruesas sub desarrolladas; y, los niños con trastorno de coordinación del desarrollo y dificultades motoras no diagnosticadas (incluida la destreza manual), puntúan más bajo en las mediciones de las habilidades funcionales ejecutivas (memoria de trabajo, inhibición, cambio de tareas, planificación y fluidez verbal). Habilidades necesarias no solo para el rendimiento académico sino también para el desarrollo de su vida adulta, para toda la vida.

Esta relación entre el movimiento y el pensamiento de alto nivel, o funciones ejecutivas, tiene sentido de acuerdo a lo que ahora sabemos sobre cómo funciona el cerebro: las regiones cerebrales subcorticales involucradas en el movimiento (los ganglios basales y el cerebelo) se comunican recíprocamente con las regiones corticales superiores. Esta visión del funcionamiento cerebral es diferente del paradigma tradicional en el que la parte superior del cerebro (cortical) dominaba el resto del cerebro (subcortical).

Durante años se supuso que el pensamiento sólo ocurre dentro de las regiones corticales superiores, particularmente la corteza prefrontal. Por lo tanto, la corteza prefrontal tenía la tarea de dirigir el resto del cerebro, especialmente aquellas regiones subcorticales primitivas. Esencialmente, el pensamiento, incluso dentro de la neurociencia, estaba desconectado del movimiento del cuerpo. Pero lo que ahora muestran los datos es que esas regiones corticales son simplemente parte de los circuitos para el pensamiento de nivel superior, y ese circuito incluye las regiones subcorticales. Como afirma el neurólogo de Stanford, Josef Parvizi, los datos sugieren que “las llamadas funciones ‘superiores’ del cerebro podrían de hecho depender de las señales de las estructuras subcorticales a las corticales en lugar de al revés”. La neurociencia ahora reconoce que el pensamiento no está desencarnado ya que el movimiento y la cognición están estrechamente entrelazados.

Esta comprensión actual de cómo funciona el cerebro es importante para los educadores por dos razones: 1) porque los niños no nacen con sistemas motores bien desarrollados y 2) porque algunas de las regiones subcorticales (particularmente el cerebelo) continúan desarrollándose durante la adolescencia tal como lo hace la corteza prefrontal. Por estas dos razones, los educadores, que deberían diseñar la escuela desde una perspectiva de desarrollo en lugar de medir la eficiencia, necesitan crear entornos de aprendizaje en los que los niños de todas las edades tengan oportunidades constantes de participar en una amplia variedad de movimientos motores gruesos y finos en todas partes. Al hacerlo, no sólo construye los circuitos para el funcionamiento ejecutivo, sino que también brinda a los estudiantes un amplio repertorio de movimientos automáticos dominados que pueden realizar sin pensar, liberando su atención para un pensamiento más creativo enfocado en la resolución de problemas. Después de todo, es difícil crear un poema galardonado o planificar los pasos para su proyecto de investigación si la atención se centra en los movimientos reales de la escritura (o incluso escribir).

Afortunadamente, hay un educador que entendió la interrelación del movimiento y la cognición (aunque no estaba al tanto de los circuitos descritos anteriormente). María Montessori creó aulas que son esencialmente campos de entrenamiento motor (y sensorial). Ella dijo:

“Cuando se debate sobre el desarrollo mental, hay muchos que dicen: <¿Qué tiene que ver el movimiento? Estamos hablando de la mente>. Y cuando pensamos en la actividad intelectual, siempre imaginamos a la gente quieta e inmóvil. Pero el desarrollo mental debe estar conectado con el movimiento y depender de él. Es vital que la teoría y la práctica educativa estén informadas por esta idea”

Desde el nacimiento hasta la adolescencia, los estudiantes Montessori de todas las edades practican y perfeccionan una gran variedad de movimientos mientras aprenden conocimientos de contenido en matemáticas, historia, inglés, ciencias, artes, etc. El movimiento en un entorno Montessori es una parte altamente integrada del método en un sistema complejo. No se usa para ayudar a los niños a aprender mientras se sientan. Así es, mediante el movimiento, como aprenden los niños.

Tal vez es la forma en que deberían aprender en las escuelas convencionales, también.

Traducción: Tita Llerandi