Una Guía Montessori nos habla de personas dispuestas a seguirse capacitando pero, sobre todo, de seres humanos preocupados por su propio desarrollo humano, así como por su transformación espiritual al servicio de los niños.
“No es suficiente que la maestra ame al niño. Ella debe primero amar y entender el universo. Debe preparase a sí misma y verdaderamente trabajar en ello”. María Montessori