De diez en diez, la “Torre Rosa” y la “Escalera Café”

Entre los materiales sensoriales Montessori que más gustan a los niños están La Torre Rosa y La Escalera Café.  No hay ambiente en el que no sean trabajados  por lo menos una vez al día por alguno de los pequeños.  A simple vista, pareciera un material de cubos de construcción, sin embargo, encierra misterios matemáticos y de lenguaje que van más allá de los simples bloques de construcción de madera con los que juegan los niños pequeños.

torre rosa y escalera cafeEl cubo más grande de la torre rosa mide 10x10x10 cm, ¡bastante grande y muy pesado para una manita de tres años! Contrastando, el más pequeño mide 1x1x1 cm.  El prisma de la escalera marrón más grueso mide 20x10x10 cm y el más delgado 20x1x1 cm.  Comenzando desde el punto visual, el niño encuentra los contrastes, una vez que toma en sus manos los materiales, se percata de la diferencia de peso. 

A partir de estos materiales, el niño desarrolla varias habilidades y sentidos, es capaz no sólo de reconocer sino de notar, comparar y por lo tanto razonar las diferentes medidas y pesos.

Al discriminar los tamaños, está desarrollando el sentido de la vista, va del más grande al más pequeño.  La coordinación ojo-mano se desarrolla la tener que formar la torre con precisión, la coordinación gruesa se ve fortalecida al tener que transportar las barras y cubos de un lugar a otro en el ambiente.  Todo esto, en medio del silencio y orden, lo que desarrolla la capacidad de trabajar concentrados.

También el lenguaje se beneficia con este ejercicio, ya que el niño aprende las palabras para describir, comparar y discriminar dimensiones y pesos. Grande, pequeño, pesado, ligero, grueso, delgado. Dos manos para transportar “el más grande”, mucha fuerza para transportar “el más pesado”  ¡la pinza de sus dedos para colocar “el cubo más pequeño”!

Si analizamos más profundamente, existe un desarrollo indirecto de la mente matemática que se prepara para el sistema decimal y la geometría.  Diez cubos y diez barras.  Sus medidas van disminuyendo de diez a uno.  El control del error del material es maravilloso pues el niño logra notar cuando no ha seguido la secuencia de tamaños y la comparación de dimensiones entre cubos y barras cuyas caras “caben” perfectamente.

Los materiales de desarrollo Montessori encierran tesoros que el niño descubre con amor ¡todos los días!