Una educación para la Paz

En 1907 se abrió la primera Casa de los Niños Montessori.  Este año celebramos 50 años de Educación Montessori en México y 26 años de Educación Montessori en Quintana Roo.  En 1934 María Montessori publicó su libro Educación y Paz, ¡hace cuántos años!  Su visión atemporal de la educación la podemos ver resplandecer, una vez más, en el texto que compartiré a continuación tomado de las conferencias sobre Educación y Paz que la Dra. Montessori pronunición hace tantas décadas pero son más actuales que nunca:

“El hombre sano desde el punto de vista psíquico es hoy día un ser raro; tan difícil de encontrar como lo era el hombre físicamente sano antes de que la higiene individual lo hubiese ayudado a encontrar el camino a la salud.  En el domino moral el hombre todavía se deleita con venenos sutiles y ambiciona ventajas que están llenas de peligros mortales para su espíritu.  Muchas veces disfraza vicios capitales que le son hereditarios o transmitidos por la educación y les da el nombre de virtud, de deber y de honor.  Las necesidades no satisfechas del niñot ienen su repercusión cuando ha llegado a adulto, bajo diferentes formas de inhibiciones del desarrollo mental, de desviacione del carcter moral y de innumerables anomalías psíquicas que hacen que la personalidad humana se torne débil y vacilante.  El niño que jamás aprendió a obar por sí solo, a guiar sus acciones, a dirigir su voluntad por sí mismo, será, cuando adulto, un individuo que se deja conducir y que tiene necesidad del apoyo de los demás.

Tal es la visión de la realidad de nuestros tiempos; nosotros, los últimos hombres que vivimos en un mundo de dos dimensiones, debemos hacer un gran esfuerzo de elevación para comprender.  Nos encontramos en un período de crisis entre un mundo viejo que termina y un nuevo mundo que ya ha empezado y ha revelado todos sus elementos constitutivos.  La crisis que atraeamos no es de aquellas que marcan el paso de una era a otra; ésta no se puede comparar sino con una de esas épocas biológicas o geológicas, en el curso de las cuales han aparecido nuevos seres más elevados y más perfectos, mientras que en la Tierra se operaban condicinones de vida que jamás habían existido antes.  Si perdemos de vista esta situación nos encontramos en presencia de un cataclismo universal que recuerda la profesía del año mil, año que el mundo no debía sobrepasar.

Si las energías siderales son utilizadas por el hombre insconsciente, el hombre del mundo de las dos dimensiones, con el fin de destruirse a sí mismo, no tardará en consiguir su objetivo, pues las energías de las cuales dispone son infinitas y accesibles, en todo tiempo y lugar.

¿Qué haremos?

La sociedad de las naciones y las sociedades pro Paz deberían convertirse en el centro de una nueva orientación de la humanidad.

Educación para la Paz.  Podemods pues, afirarmar que con una educación renovada sería posibe conseguir un individuo mejor, un hombre que poseería caracteres superiores, como si perteneciese a una raza nueva: el superhombre que Nietzshe había imaginado.  En esto consiste el papel de la educacioón desde el punto de vista de la guerra y de la paz, y no en su bagaje culturarl.  Por sobre todas las cosas, es nnotorio que el niño apasionado por el orden y el trabajo posee cualidades de inteligencia muy superiores a todo lo que se ha imaginado.”

Celebremos la PAZ todos los días.  Los niños de Otoch Paal realizaron un homenaje a LA PAZ en compañía de sus guías, maestros y Zpadres.  Unámos nuestras manos para lograr que PAZ no sea una sólo una palabra, sino un modo ve vida desde cada uno de los corazones que laten en la Tierra.

 

Imágenes cortesía de Anne Gayley Gabbert.